Jimmy es el gordo cocker que acompaña a la mejor amiga que quien esto escribe ha tenido y tendrá jamás: Mafiz.
Arquitecta guanabí, se dedica a su carrera 24/7. Jimmy la acompaña durante períodos largos de insomnio y maquetas.
Es un buen perro, muy educado y amable. Sabe dar la pata, reconoce su nombre y respeta las reglas obligadas en una casa decente como es la de Mafiz.
A pesar de sus buenos modales, el tiempo ha sido implacable con él: es sumamente viejo. Desconozco su edad exacta (sus dueños, también), pero ha sido operado a causa de esos problemas que sólo le ocurren a los (seres) mayores.
También, debido a su edad, en alguna ocasión se extravió. Siendo listo y querido, como es, consiguió regresar a su hogar, después de haber vagado por media ciudad.
Nunca quiso contraer matrimonio con Bellota pues padece del corazón (por la edad, again). Sin embargo, nunca deja de mandar postales navideñas en las que luce un horrible gorro de Santa Claus, o en las que posa junto a unas nochebuenas.
Es un invitado de honor al cumpleaños de Lisboa (mi perrita cocker, hija de Bellota, el 14 de este mes). Esperemos que no falte.
Arquitecta guanabí, se dedica a su carrera 24/7. Jimmy la acompaña durante períodos largos de insomnio y maquetas.
Es un buen perro, muy educado y amable. Sabe dar la pata, reconoce su nombre y respeta las reglas obligadas en una casa decente como es la de Mafiz.
A pesar de sus buenos modales, el tiempo ha sido implacable con él: es sumamente viejo. Desconozco su edad exacta (sus dueños, también), pero ha sido operado a causa de esos problemas que sólo le ocurren a los (seres) mayores.
También, debido a su edad, en alguna ocasión se extravió. Siendo listo y querido, como es, consiguió regresar a su hogar, después de haber vagado por media ciudad.
Nunca quiso contraer matrimonio con Bellota pues padece del corazón (por la edad, again). Sin embargo, nunca deja de mandar postales navideñas en las que luce un horrible gorro de Santa Claus, o en las que posa junto a unas nochebuenas.
Es un invitado de honor al cumpleaños de Lisboa (mi perrita cocker, hija de Bellota, el 14 de este mes). Esperemos que no falte.